Nüremberg, la gran impostura. Tomo 1
Datos del libro
- Título: Nüremberg, la gran impostura. Tomo 1
- Autor: Carlos García
- Editorial: del autor
- Lugar: Buenos Aires
- Año: 2014
- ISBN: 978-987-33-5410-10-6
Indice
Aclaración previa
Prólogo del autor
PRIMERA PARTE. El marco jurídico del proceso y su desarrollo en general
CAPÍTULO I. Los antecedentes históricos y jurídicos del Tribunal de Nüremberg
Algunas aclaraciones previas
El antecedente de la Primera Guerra Mundial. Los tratados vigentes al tiempo de la Gran Guerra
El Tribunal Permanente de Justicia Internacional
- Pactos referidos al “derecho de la guerra”
- Pactos referidos al “derecho a la guerra”
El individuo en el Derecho Internacional Público. Crónica de otro fracaso
CAPÍTULO II. Se gesta el proceso
Alcance del análisis
La Declaración de Moscú. “La justicia del paredón”, 50.000 fusilados, el episodio entre Churchill, Stalin y Elliott Roosevelt
Churchill vuelve en Yalta sobre los fusilamientos, Stalin no quiere procesos
En busca de nuevas opciones
Inglaterra y Francia: “Plan Napoleón”, Rusia: “¡Que los pongan de una vez de cara a la pared y los fusilen!”
La propuesta norteamericana. Superando “dificultades”
La formación del tribunal y la “creación” de los crímenes
Los “civilizados”. El reconocimiento de la orfandad de sustento jurídico de un tribunal así creado
Acerca de “rencores” y “venganzas”
Críticas al carácter político del Tribunal de Nüremberg
El desconocimiento del principio de legalidad penal: “nullum crimen, nulla poena sine lege”
La perspectiva del derecho natural de Quintano Ripollés. Crítica
Cuando el “juez” debió también ser “acusado”
El Juicio de Tokyo y los procesos a los comandantes Yamashita y Homma, primer síntoma de malestar
Todo consumado
CAPÍTULO III. El Juicio de Nüremberg: la ignominia procesal
Metodología del capítulo. Aspectos generales del proceso
El tema de la prueba documental de cargo: cómo se seleccionaron los documentos, cómo se tradujeron, cómo se limitó su entrega a los defensores
Tiene razón pero marche preso. A los defensores no, a la prensa sí
“Fuente auténtica”, pero sin firma alguna
Más de lo mismo
Nuevamente las “traducciones”
Los inefables artículos 19 y 21 del Estatuto del tribunal: el paradigma de Dachau
Declaraciones juradas sí, testigos no
Sólo se analizan las conductas alemanas
El ataúd que desapareció
Testigos de todo
CAPÍTULO IV. “Los fiscales dictaron sentencia”
Orientación del capítulo
Los cargos concretos: La criminalidad de las organizaciones y la guerra como solución de los conflictos
De cómo repartirse el mundo sin que medie agresión
El problema de definir la “guerra de agresión”
La “guerra total” sólo para Alemania
Sobre Austria y Checoslovaquia
Castigo ilegal para crímenes de guerra, con la “K” de Keitel
“Por mi parte, no veo nada particularmente malo en esa comunicación”
Noruega, la culpa por ganarle al primero
Campos de concentración alemanes y aliados
Las S.S. y la guerrilla, “el patriotismo es el último refugio de un bribón”
Sobre las “Waffen S.S.”
Todos son culpables
El penoso rol de Francia
El turno del representante de los “pueblos libres de los países democráticos”: Roman Andreevich Rudenko
El caso de Rudolf Hess
La horca. El final en la madrugada lluviosa de Nüremberg
SEGUNDA PARTE. Las principales imputaciones
CAPÍTULO V. Al principio fue Polonia: las reivindicaciones alemanas... las apetencias rusas
El inicio próximo de las hostilidades
El inicio remoto de la guerra: el Tratado de Versalles
Inaceptable hasta para los vencedores
Los intentos de Hitler de acordar con Polonia y formar un frente contra Rusia
El Pacto Molotov-Ribbentrop, el Protocolo Adicional y Secreto
La maratón final
Entre el respeto a Inglaterra y la seriedad de una propuesta
La invasión. El extraño criterio inglés para declarar la guerra
El protocolo secreto llega a Nüremberg
Más ocultamientos. Lo bueno de llamarse Stalin
Así pensaba Montgomery
CAPÍTULO VI. La condena del gran almirante Dönitz
La actuación de Dönitz. El Presidente del Reich y sus intentos desesperados por los refugiados del Este
La acusación en Nüremberg: conspiración y crímenes de guerra
El caso de la “Orden Laconia”
El testimonio del almirante Nimitz
Las mayores tragedias navales fueron obra de los Aliados
La orden de abatir a los náufragos: la conducta alemana y la americana, “declaraciones juradas” versus testimonios
La Reglamentación del “U-99” y la postura de Churchill
El caso del “Wahoo”
El hundimiento de mercantes neutrales: consejo de guerra para los responsables
La conducta de la Marina de Guerra alemana: “No importa si los hechos son ciertos o no”
El reconocimiento del juez americano
CAPÍTULO VII. Cuando el terror vino del cielo
La consolidación del arma aérea
Intentos por regular el empleo de la aviación de combate y, en especial, de los bombardeos aéreos: la postura inglesa y la postura alemana
Los bombardeos alemanes sobre Varsovia; mesura alemana según ingleses y franceses
La operación “León Marino” y los ataques de represalia
Dresden, el pináculo del terror
Los bombardeos aliados sobre ciudades alemanas
Los Aliados habían planeado los bombardeos desde antes de la misma guerra
La cuestión de la rendición incondicional
Otras razones de un holocausto
Nüremberg: De eso tampoco se habla
CAPÍTULO VIII. “Katyn”, Cosacos y Croatas. Así “liberaba” el Ejército rojo. Así colaboraban los aliados Occidentales
La acusación rusa
Todo comenzó en 1939
La comisión investigadora se forma contra la voluntad de los Aliados
Así ocurrieron los hechos
La Comisión de la infamia
Otra vez Nüremberg
¿Por qué imputarlo a los alemanes?
Los Aliados sabían muy bien lo que había ocurrido
Katyn fue sólo una muestra de la impudicia de los Aliados occidentales
Croatas: un crimen que se anunció en 1918, se plasmó en 1945 y duró hasta la década del ‘90
Cosacos e ingleses, la peor traición
El “antisemitismo” y el fin de la estrella de Stalin
Reseña
Creemos que la victoria más importante lograda por los aliados en la Segunda Guerra no se operó en ninguno de los tantos campos de batalla que existieron, sino en la sala del Tribunal de Nüremberg y en sus reductos destinados a la prensa –ambos escenarios finamente digitados por los verdaderos detentadores del poder mundial–, donde se plasmaron las operaciones más impresionantes. Los frutos fueron asombrosos. Un proceso absolutamente atípico, del que muy pocas personas conocen sus detalles, ha generado una convicción en la opinión pública mundial –elevada casi a la categoría de verdad revelada– acerca de la criminalidad de instituciones y personas que, en verdad, le resultan tan desconocidas al hombre medio como el desarrollo del proceso al que fueron sometidos.
Pocas veces se ha visto en la historia un proceso que diera por tierra con la mayoría de los principios y garantías reconocidos en el Derecho Internacional Penal al tiempo de su desarrollo pero que, sin embargo, contara con la aprobación mayoritaria de juristas y políticos, quienes lo llegaron a ver como modelo de atribución de responsabilidades penales individuales y colectivas; y pocos se atrevieron a cuestionar la legitimidad de un tribunal así constituido.